25 noviembre 2020

El Blog del Marketing

El dilema de la Navidad. Pasarla en familia o hacer lo correcto

navidad y covid
Tengo la cabeza hecha un lío, porque aunque el sentido común me dice que esta Navidad debiéramos quedarnos los cuatro solos en Madrid, hay algo dentro de mi que me dice lo contrario, y luego están las "alternativas creativas" que se inventan una tangente de dudas para ponerlo todavía más difícil. Dejadme que os explique lo que estos días cruza mi mente una y otra vez.

Lo primero que haré es describir la situación de partida, ya que los condicionantes previos ayudan a entender el maremagnun de sensaciones y mezcla de sentimientos que rondan mi cabeza.

Como quizás algunos sabéis, soy cántabro, y mi mujer sevillana. Eso hace que en los periodos estivales, repartamos nuestros días entre nuestras familias. Además, mis hijos son "nietos únicos" de las dos familias, con lo que os podéis imaginar la dependencia que generan (en ambos sentidos) y el vínculo especial que ellos han engordado en unos y otros.

A esto me gustaría añadir que conforme los niños se han hecho mayores, sus apretadas agendas de fines de semana, con partidos de fútbol, cumpleaños o espectáculos de baile han hecho que últimamente el camino no tuviera que ser necesariamente desde Madrid hasta Cantabria o Sevilla... sino que hemos dejado la puerta abierta a que nuestros familiares recorran el camino en sentido contrario. Pero no siempre puede ser así. La edad y los condicionantes de cada uno hacen que esta vía tuviera sentido en un momento dado, pero la verdad es que somos conscientes de que al menos para visitar a los abuelos, somos nosotros quienes debemos movernos, y lo hacemos encantados de la vida siempre que -como he dicho- tengamos hueco en las agendas de fin de semana. Y digo fin de semana, porque asumo que en puentes, vacaciones de verano o Navidad, siempre hacemos hueco para desplazarnos al norte o al sur, según corresponda.

Pero este año, el maldito coronavirus nos ha condicionado muchísimo una situación que ya de por sí está cogida con alfileres. Mis niños apenas ven a sus abuelos 5 o 6 veces al año, y viceversa. Y eso ya de por sí es muy poco, pero si le metemos el factor pandemia, este año 2020 apenas hemos estado una semana en Cantabria y algo parecido en Málaga o Sevilla (según la época del año). 

Los niños necesitan ver y abrazar a sus abuelos y a sus tíos. Yo me muero de ganas de estar con mis padres o de ver a mis hermanos, y lo mismo ocurre con mi familia política, a la que no veo desde hace tiempo, especialmente a mi suegra. Pero precisamente en la época del año en la que siempre pasamos unos días preciosos con la familia... tengo dudas sobre qué hacer.

O no. La verdad es que no tengo dudas de lo que deberíamos hacer, que es quedarnos en Madrid los cuatro y pasar unas Navidades diferentes. Iba a escribir más tristes, y quizá sea así, pero dejémoslo en diferentes. Me imagino las uvas por videollamada, o abrir los regalos que nos traigan los Reyes Magos en directo con la familia para que disfruten de una manera poco ortodoxa de las caras de los niños con los regalos... y no me convence una mierda, pero es lo que hay. Tenemos que ser responsables y pensar que una vida (cualquiera) bien vale unas Navidades separadas de los nuestros, y aunque se van haciendo mayores, nos quedan muchas Navidades para disfrutar juntos.

Mi mujer anda diciéndome que esta situación podemos convertirla en oportunidad y marcharnos una sermana a Canarias para disfrutar de unos días en familia con buen tiempo... pero aunque me apetece mucho, no creo que sea lo correcto en estos momentos. Aunque nos hagamos PCR previas a llegar y limitemos el contacto con otra gente (iremos solo nosotros)... no lo veo claro, si bien es cierto que nunca hemos tenido (o querido) una situación parecida para disfrutar nosotros solos de unos días de playa en pleno Diciembre.

Sea como fuere, lo que tengo claro es que justamente ahora debemos ser extremadamente prudentes, y que Navidad y Covid no tienen cabida en la misma frase, precisamente porque la Navidad es juntarse con nuestras familias y seres queridos para disfrutar de comidas y cena con sobremesas largas en nuestras casas, y justo ese caldo de cultivo le viene de lujo al Covid. En un momento del año en el que las temperaturas tampoco parece que vayan a ayudar demasiado.

Así que, tiene pinta que estas Navidades van a ser diferentes. Toca buscar lo bueno de esta situación, aunque ahora mismo reconozco que me cuesta verlo.

¿Tu qué harás? ¿Te reunirás con tu familia como si nada o tratarás de aislarte lo más posible? Te animo a que dejes tu opinión en los comentarios

No hay comentarios: