29 julio 2014

El Blog del Marketing

Personal branding y otros palabros de moda #bloggerInvitado


En la sociedad 2.0 que habitamos hoy día se necesitan una serie de herramientas y perspectivas para destacar sobre los competidores y crear una imagen que atraiga y fidelice a nuestros seguidores y clientes. El Personal Branding es el proceso de convertirnos a nosotros mismos en una marca, asociar nuestra imagen y persona al mundo laboral para potenciar la empleabilidad o dar un empuje a nuestro proyecto empresarial.

A la hora de preparar nuestro personal branding debemos tener claros los objetivos que deseamos, cuál es nuestro target, cómo llegar a él, qué pasos debemos seguir y la respuesta deseada. Aunque queramos resultar espontáneos, no debemos engañarnos, la base que debemos exigirnos tiene que ser lo más profesional posible. Puede que incluso necesitemos la ayuda y orientación de un asesor.

Si queremos destacar, necesitamos ser distintos y originales. Nuestra imagen tiene que  resultar característica y fácilmente identificable. Aquí debemos tener cuidado de no caer en excesos ni excentricidades, sino en crear una imagen dinámica, afín a nuestro trabajo y con los detalles muy cuidados. Incluso los colores de nuestra web o la fotografía de perfil deben ser adecuados, teniendo bien claro qué deseamos transmitir: cercanía, experiencia, amabilidad… Es una labor que puede resultar trabajosa, pero esencial para conseguir resultados.

Aparte de una web adecuada y de navegación sencilla, es esencial crear perfiles en las redes sociales. Es necesario que nos puedan encontrar en Facebook –siempre como página, no como perfil-, Google +, Twitter o Linkedin. Aparte, dependiendo del área por el que nos movamos en el mundo laboral, puede que también necesitemos orientarnos hacia Pinterest, Instagram, etc. En todas ellas debe haber muestras de nuestro trabajo, actualizaciones constantes y respuesta a cualquier mensaje que nos llegue. 

Conseguir un buen feedback es indispensable para afianzar una red de contactos que valide nuestra labor, nos mantenga al día de novedades y posibilidades laborales, y promocione y comparta nuestras actualizaciones. Hay que ser generoso con los demás para que ellos también lo sean; pero también amable, no escatimar en comentarios –buscando siempre el equilibrio para no caer en abusos que agoten a los contactos-, cuidar la ortografía y gramática y recordar que todo lo que escribimos es una exposición de nuestra marca. Los comentarios y recomendaciones que realicemos serán determinantes a la hora de conseguir afinidad.

Como guía para comprobar si estamos recorriendo el camino adecuado, analizar la repercusión que generamos en las redes será esencial. Apuntar los retweets, comentarios, seguidores, invitaciones a actos y eventos, tanto en internet como en persona, nos servirá para comprobar cuáles son nuestros puntos fuertes y en qué áreas debemos mejorar. Partiendo del listado de objetivos que realizamos en un primer momento y lo que habremos aprendido por el camino, seremos capaces de realizar análisis críticos de las estadísticas y los resultados que estamos obteniendo.

Jamás debemos conformarnos con lanzar palabras al vacío de las redes. Sin una repercusión de nuestro trabajo podemos decir que este es en vano. Los algoritmos de los buscadores premian tanto el feedback como la calidad de nuestra web, por lo que influirá en el SEO –el posicionamiento web- y la cantidad de visitantes y futuros clientes que lleguen hasta nuestro proyecto.

La constancia es tan necesaria como el no conformarse con los logros conseguidos. Los tiempos cambian a gran velocidad y el trabajo regular deberá ser una de nuestras bases. Pero nunca hay que olvidar los puntos más importantes: la sinceridad y el compromiso. Estos se filtrarán a través de nuestro trabajo: debe gustarnos la labor que realicemos para que esta interese también a los demás.


El personal branding no es una herramienta de uso exclusivamente anglosajón. En el globalizado mundo que vivimos es de gran importancia y, de momento, sus resultados parecen infravalorados por las mentalidades más conservadoras. Pero los tiempos están cambiando y es un método que no hay que dejar pasar si queremos que nuestro negocio se sostenga sobre los fuertes pilares que nos otorga el mundo digital. Hay sectores donde ya es práctica habitual  (arte, coaching, publicidad, coolhunting…), pero en realidad es aplicable a todos los trabajos, especialmente en emprendedores, que tienen la posibilidad de formar su imagen partiendo desde cero, y parados que buscan trabajo.

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Blogger invitado: Jessica Martín
www.sidn.es

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