21 septiembre 2014

El Blog del Marketing

Organizar una Boda, mucho más que una fiesta #bloggerINVITADO


Desde hace unos años ya las celebraciones de Bodas han ido cambiando sutilmente en distintos detalles que a lo mejor al principio no nos extrañaban pero si los sumamos todos nos daremos cuenta que cada vez hay más añadidos casi imprescindibles.

Ahora los novios aparte de tener que hacer todos los trámites típicos de papeleo, búsqueda de lugar, música, flores, tarta, comida, etc que muchas veces son suficientes para crear conflictos entre ellos y entre las familias, tienen que pensar en una serie de detalles para que  la Boda sea original, diferente, divertida y que la gente recuerde hasta un punto que creo que a algunos se les está yendo de las manos y algunos invitados no valoran.

Puedo comprender que  dos personas quieran hacer algo especial ese día pero ya se convierte en una carrera para ver quien es más original o extravagante y quien introduce la próxima moda que poco a poco se convierte casi en obligación para que la Boda sea un éxito.

Al principio eran cosas más o menos sutiles y lógicas, las alpargatas para que las mujeres pudieran librarse de los tacones en determinado punto de la noche que se han convertido en bailarinas cada vez más “monas” y muchas veces vemos a gente guardando dos o tres pares… o quejándose del color o falta de variedad sin darse cuenta de que es un regalo para usar en la Boda no para crear fondo de armario--- después estaban los sombreros, pelucas, antifaces, máscaras para el momento del baile que siempre animan la fiesta y hacen que la gente disfrute más.

Poco después empezaron las mesas en la entrada con jarras de agua, limonada, té helado y bebidas de este tipo pensando en que muchas Bodas son en meses de calor y los invitados llegan al lugar de celebración con mucha sed. Luego entraron las mesas de chucherías o de dulces (cupcakes, cake pops, galletas decoradas, etc) para los golosos.

Ya lo último son los photocall o  photobooth. Pueden ser una especie de escenarios o “cabinas” donde los novios e invitados se sacan fotos con todo tipo de accesorios (figuras de carton, pelucas, bigotes, pelucas y muchas cosas más)

Personalmente no tengo nada en contra de estos detalles pero creo que algo que está pensado “como gracia” para hacer el evento más divertido se va convirtiendo en motivos extra de estrés totalmente innecesario para los novios que ya dan por hecho que tienen que hacer todas esas cosas para que la gente se divierta cuando todo debería ser mucho más simple…


Estamos importando conceptos americanos sacados de los innumerables programas sobre Bodas de Divinity que el día menos pensado harán que los novios entren bailando al juzgado o Iglesia al son de thriller de Michael Jackson con coreografía incluída.
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BloggerINVITADO: Mariana

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