08 julio 2015

El Blog del Marketing

La tecnología llega a los restaurantes

Recuerdo hace bastante tiempo (quizás 8 o 10 años) que entré en un restaurante de Madrid y me quedé asombrado al ver que el camarero me estaba tomando la comanda con una especie de TPV (como el que usan para pasarte la tarjeta de crédito) algo más grande y que era manejada con un puntero.

En su momento llamó mi atención por lo “revolucionario” del asunto y por las ventajas que intuía tendría usar ese tipo de tecnología donde, la comanda era enviada de forma inmediata a la cocina (e imagino que esta le devolvería al terminal del camarero otro aviso cuando estuviera lista y preparada para ser servida), además de las ventajas en términos de explotación de información por parte del restaurante.

Imaginad el perfilado de clientes y la gestión del stock de un restaurante con este tipo de datos bien almacenados y explotados de forma regular (huelga decir que aquí echo mi imaginación a volar y abuso de mi perfil y experiencia profesional en Business Intelligence), así como para probar el éxito (ROI) de determinadas acciones orientadas a captar nuevos clientes, a incrementar la fidelidad de los mismos, o simplemente a incrementar el ticket medio de cada mesa.

Hoy en día es cierto que cada vez vemos de forma más frecuente aplicaciones que corren sobre los sistemas operativos dominantes en el mercado (IOS y Android), y que muchos alojamientos de restauración (principalmente restaurantes) utilizan a diario, todavía con cierto coste de implementación y/o formación por parte de algunos camareros, aspecto a tener en cuenta en un sector donde el índice de rotación es bastante elevado, sobre todo en temporada alta, donde podemos ver que la plantilla de un bar, restaurante o chiringuito es 100% nueva.

La imagen que da el camarero a la mesa a la que está sirviendo es importante. Los comensales han de sentir que la comanda es recogida de forma ágil y eficiente (se supone que alguna ventaja tendrán dichos “aparatos” con respecto al método tradicional, y a los clientes poco o nada les importa lo que ocurre de puertas para adentro con el análisis de dicha información y la ventaja que los gestores del negocio puedan obtener para ellos mismos, así que tener unos buenos procedimientos y una buena formación es muy importante (más quizás que el potencial beneficio de una implementación defectuosa)


Así que –como todo en la vida- estoy siempre a favor de la tecnología aplicada a más y más cosas… pero sobre todo, soy muy fan del sentido común a la hora de hacer las cosas.

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