04 diciembre 2022

El Blog del Marketing

Cuando externalizar no es la mejor opción

externalización


En las empresas ocurre lo mismo que en la economía, y en general lo mismo que en la vida misma. Se dan situaciones que se repiten cíclicamente o, por ser más exacto, se responden a los ciclos económicos de una forma bastante repetitiva.

Cuando el ciclo es alcista y las cosas van bien, se invierte e innovación y consecuentemente, también en recursos para poder llevar a cabo dichos proyectos. Por contra, cuando las cosas se tuercen (y no digamos si vienen provocadas por una pandemia como la que hemos vivido hace un par de años) la inversión en cualquier proyecto "no vital" se analiza al dedillo, el personal se reduce a mínimos (lo que antes hacían 10 ahora lo hacen 5), se eliminan proyectos que estaban en marcha y se toman medidas para no contratar a gente a riesgo de que el coste de dichos proyectos sea más alto que con un recurso interno, y por supuesto la calidad del proyecto e incluso los tiempos, puedan verse comprometidos.

Me ha pasado varias veces, en distintas empresas. En momentos de "contención", se evita consolidar recursos internos, porque el coste del salario para la empresa acaba teniendo impacto durante varios años, y entonces, si el proyecto que se está valorando hay que llevarlo adelante, no hay problema en contratar una consultora externa para llevarlo a cabo, aunque el coste sea más del doble de lo que podría costar contratar un recurso interno.

Con el añadido de que con ese recurso, se puede abordar el proyecto en cuestión y muchos otros... pero se evita "consolidar ese coste" a toda costa, porque los momentos duros están demasiado recientes, y se quiere evitar en el error de seguir "engordando a la vaca", aunque sea evidente lo que resulta más eficiente.

Pero lo que con frecuencia no se tiene en cuenta, es que llevar a cabo esos proyectos genera también unos "costes ocultos". en términos de motivación de los equipos, que además de no contar con dichos recursos, tienen que lidiar con el liderazgo de ese proyecto que están haciendo terceros a un coste mucho mayor del que hubiera tenido la contratación de un recurso. Por no decir que además, con dicho recurso, se pueden llevar a cabo muchas más tareas que las exclusivamente relacionadas con el proyecto en cuestión.

En fin, supongo que son situaciones que nos toca afrontar a todos dentro de un entorno complicado a nivel empresa. Pero lo curioso es que -dentro de ese ciclo- tan pronto como la situación se normaliza y los ingresos vuelven a ser los esperados, todo ese celo por contratar recursos internos desaparece, se vuelve a generar mucho más, se invierte en innovación y tecnología... hasta el siguiente ciclo bajista.

Cosas que pasan.

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