22 julio 2010

El Blog del Marketing

Llega el verano. Viajemos con obras

La escena en cuestión no tiene nombre.

No se quién fue el director más representativo de las películas de Paco Martínez Soria, Antonio Ozores, Andrés Pajares o Fernando Esteso... pero fuera quién fuera hubiera pagado una millonada por dirigir la película que viví ayer miércoles camino de Cantabria para disfrutar de un periodo de mis vacaciones.

Por poneros en escena. Salgo en coche a las 14.30 con mis dos hijos de 3 y un año y medio (mi mujer llegará el Domingo a Cantabria, así que voy solo con ellos dos). En Madrid hace 36º y según me pongo de camino ambos se quedan dormidos. Inmediatamente pienso... "esto pinta bien", pero mi ilusión dura exactamente una hora y poco.

Enseguida me doy cuenta el motivo por el que ambos se han despertado casi a la vez. No circulo a velocidad "de crucero", sino que lo hago a 50 km/h detrás de un camión y por el carril del otro sentido. Algún iluminao ha decidido hacer obras en la A1 en pleno mes de Julio, cuando las carreteras están saturadas de coches llenos de gente que se dirigen a su destino con la sana intención de disfrutas de unas tranquilas vacaciones.

Bueno, supongo que será un tramo absurdo ... pero no!! Más de tres veces pasé de un sentido a otro, para colocarnos en una ordenada y lenta fila de a uno... siempre detrás de algún camión, hasta que a 7 km de Burgos me encuentro con lo que -hasta ese momento- había considerado inevitable: Un atasco en toda regla.

Y mientras tanto, mi hijo mayor preguntándome que cuándo vamos a llegar (y quedaba la mitad del trayecto), y la pequeña directamente llorando a moco tendido (es lo malo que tiene no saber hablar para expresarte correctamente).

Por supuesto tuve que parar en una gasolinera a que estiraran las piernas... a relajarme un rato, aunque a los 10 minutos volví a sentarlos en sus sillas correspondientes pensando que todo iba a cambiar... pero no. Paso la siguiente hora y media cantando las canciones de Canta Juegos, Oliver y Benji, etc... y todo ese espectáculo de luz y color gracias al responsable de turno del Ministerio de Fomento (Pepiño, Pepiño...) que decide que nos demos cuenta de que ellos también trabajan (pero exactamente cuando no deben hacerlo)

2 comentarios:

Unknown dijo...

En agosto seguimos exactamente igual.....

Pedro Molleda dijo...

es incomprensible...

gracias por comentar
;)

salu2