08 febrero 2011

El Blog del Marketing

Carmen Lomana, la reina de la hamburguesa (para Burger King)

Reconozco que no salgo de mi asombro. Que todavía estoy impactado y que creo que no entiendo muy bien qué ha podido llevar a la agencia que le gestione las creatividades de TV a Burger King para hacer un spot con tan mal gusto y tan poco tino como este.

Vale que tratan de posicionar -en un claro guiño de humor- la hamburguesa como un concepto glamouroso, premium, o qué se yo (el principio del spot bien podría ser el de Navidad de Freixenet, o el de los bombones de Ferrero Roché, pero no... es de Burger King) pero de ahí a hacer esto... creo que va un trecho. 

Lo que seguro que consiguen es viralidad. A fin de cuentas, que hablen de ti... aunque sea mal!!



Suena un poco a coña, hasta el punto que he llegado a plantearme si no será un fake, pero después de una vuelta por Google, me he dado cuenta que es absolutamente cierto... así que aquí sigo, tratndo de asimilar el asunto.

Como imagino que hay gustos de todos los tipos, os pido ayuda...¿qué os parece? (y surrealista no es una respuesta válida, porque está incluido en la definición)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

/*Modo irónico on*/
Lo veo más como "hasta las pijas que parece que sólo comen ramas de apio, de vez en cuando se empujan una de esas guarradillas insanas que a todos nos gustan".

Ahora bien, no entiendo muy bien a quién va dirigido. ¿A los telespectadores de Sálvame, a las princesas de barrio y sus churris?

Igual Burguer King ve como clientes potenciales a las abuelas y abuelos, que hartos de ver cómo esos nietos que tienen que cuidar casi por obligación, desprecian los platos sanos que preparan con todo su cariño y ven en el rey una alternativa.

/*modo irónico off*/

Sorprendente en todo caso.

Germán Piñeiro Vázquez dijo...

Yo al principio también pensaba que era un fake, pero veo que no. Pienso que la agencia no ha tenido claro cual es el posicionamiento que quiere lograr la marca en la mente del consumidor. Esta claro que con este spot no solo no logrará que nuevos consumidores se sientan identificados con la marca, sino que muchos de los que ya se sentían, dejarán de hacerlo.