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25 enero 2022

Contra viento y marea

viento y marea

Aquellos pocos que seguís leyendo este pequeño blog de "Marketing y variedades" os habréis dado cuenta que cada vez escribo menos y seguramente peor. En el año 2016 escribí sobre ello (Un blog a la deriva) y en 2019 volví a hacer señales de humo para ser rescatado de la deriva creativa en la que estoy subido (Se busca socio ¿capitalista? para el blog). 

Lo cierto es que después de (con esta) 3.637 entradas escritas en los 14 años y 7 meses del blog, mi mente no está igual de "alerta" de lo que estuvo antes y reconozco que tengo otras distracciones que no están ayudando demasiado. Nunca he sido muy cinéfilo, pero algunas series que veo en Netflix o en Amazon me tienen enganchado, y el tiempo que estoy viendo series, no estoy con el portátil entre las rodillas.

Además soy 14 años mayor que antes y aunque parezca una bobada, mis energías no son las mismas que antes. Ahora termino de trabajar mucho más cansado, y lo noto en mis ganas de volver a coger el portátil. No son las mismas, y cuando consigo vencer la pereza y el cansancio, resulta que estoy sin ideas. ¿Podríamos llamar a esto círculo de perdición? 

Ya no me lee ni mi mujer, pero ella no es la única. Las estadísticas no mienten. He pasado de tener 30.000 lectores al mes a llegar a duras penas a las 2.000 personas, y esto tampoco ayuda a mantenerse motivado. De algún modo los bloggers tenemos un punto exhibicionista. Nos gusta saber que lo que escribimos es leído por otros, comentado, viralizado en sus redes sociales... pero poco de esto ocurre últimamente (por perder, he perdido hasta un troll que tuve y que "animaba" las discusiones hasta puntos insospechados)

Un panorama que a muchos otros acabaría por desanimarles hasta dejar de escribir, y consecuentemente llevar al blog a ese cementerio de blogs que inunda Internet con cientos de miles de blogs interesantes que dejaron de actualizarse. Pero no es mi caso. A mí no me gusta rendirme ni cuando juego al parchís. Además tiendo a pensar (quizás equivocadamente) que aún sigue detrás de la pantalla leyéndome alguno de los lectores que tenía hace años, y me sienta mal pensar en saltar el barco como las ratas y abandonarles.

Así que desde hace tiempo intento conseguir colaboradores que le den un poco de frescura al blog. Nueva gente, nuevas temáticas, nuevas formas de escribir y -por qué no decirlo- nuevas vías de viralización del contenido del blog. Hace tiempo convencí a una colaboradora que iba a estrenarse esta semana como redactora del blog, pero resulta que ha tenido un problema médico que necesitará de toda su energía y fuerzas para recuperarse.

Esta circunstancia me ha hecho reflexionar sobre las cosas que son importantes y las que no. Asumiendo que es evidente que cualquier enfermedad o situación de salud es más importante que un blog o que casi cualquier cosa, pero el domingo, al ver pasar las horas y no recibir su post, pensé que seguramente otro de mis intentos por darle un empujón al blog había fracasado. 

Pero no es así. Ahora tengo la certeza de que El blog del Marketing (o de lo que sea que escribamos) volverá a coger velocidad de crucero y -por qué no- llegar a más gente que antes.

Mientras esto ocurre, permitidme que desde este rincón del vasto internet, le mande un abrazo muy fuerte a Laila... que os aseguro que está deseando presentarse ante todos vosotros con sus posts. ¡¡Echadme una mano para mandarle mucho ánimo y mucha fuerza!!


1 comentario:

Esther Herrera dijo...

Pues que así sea y muchos ánimos a Laila!! Y a ti… déjanos seguir leyendo!

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