12 marzo 2013

El Blog del Marketing

Los españoles, el Whatsapp a 0,89€ y los Smartphones de 500 €

Los españoles somos así. Ni mejores ni peores. Sencillamente diferentes,

Acostumbrados a que nos cobren 0,15€ por mensaje de texto (los casi extintos SMS) y que estos llegaran a ser algunas veces 1/3 del total de la factura, llega hace unos años una aplicación novedosa llamada Whatsapp que aprovecha las -en su momento incipientes- tarifas planas de datos y que -por tanto- sin coste extra, ya que su descarga es gratuíta,  nos hace ahorrarnos una pasta y de paso convertir nuestros teléfonos en máquinas de chatear.

En un primer momento todo arranca con el chat de Blackberry, y la gente de Whatsapp se dió cuenta rápidamente que si conseguían desarrollar una aplicación multiplataforma y gratuíta, habría mercado suficiente para cargarse a los SMS (si las operadoras le daban "permiso"). Se hicieron imprescindibles, hasta el punto de que -especialmente en España- el Whatsapp se convierte en un driver de compra.

Quizás por eso (por el ahorro percibido por los clientes de telefonía españoles), la penetración de los Smartphones en España es muy superior a la del resto de países europeos. De hecho, recuerdo hace 2 años y medio, en una reunión que tuve en Amsterdam cuando trabajaba en Nokia, en la que la mayoría de mis homónimos y gente que estaba en esos días de reunión con Microsoft para preparar el lanzamiento del primer terminal de Nokia con Windows Phone, apenas habían oído hablar de Whatsapp, y sin embargo los españoles que andábamos por ahí sonreíamos irónicamente.

Y ahora, unos cuantos años después, resulta que Whatsapp decide que la aplicación deja de ser gratuita y que hay que pagar 0,89€ al año (0,07 € al mes, unas 12 pesetas al mes), y aquí se monta la de Dios!!

Los españoles somos así. No me hagas pagar 0,89€, pero tranquilos, que me compro un iPhone de 650€ sin pestañear. Porque una de las cosas me da prestigio (aunque lo lleven de igual modo altos directivos que camareros e incluso gente en la cola del paro), y la otra imagino que "atentará contra tus derechos". 

Perdonad este momento de autocrítica y de insulto barato... pero somos unos ratas!! y un poco gilipollas, porque no nos tiembla la mano para gastarnos 100€ en una noche de cena y copas, y nos hacemos caquita si nos hacen pagar 0,89€ por una aplicación (cabe aquí recordar que con 6 SMS anuales, hubiéramos alcanzado el break even de este costoso servicio de mensajería).

Y ahora corren por la red bulos para saltarse el pago de tan costosa aplicación. E incluso parece que la gente de Whatsapp se ha echado atrás (si bien creo que volverán a declararlo de pago más pronto que tarde) fruto de la presión popular y -sobre todo- de la competencia feroz que puede venir no solo de LINE, su competidor natural, sino también de Facebook chat, de Viber, y de muchísimas otras plataformas (incluídas varias "empujadas" por los operadores).

Sea como sea, la lectura de toda esta película es evidente (al menos en mi opinión), y es que los españoles somos unas ratas ... pero unos ratas bastante tontos

2 comentarios:

Srmacwire dijo...

Creo que no soy Español y eso me joroba mucho. A mi me ha caducado después de un par de años y he pagado para seguir utilizandolo. Tengo también las otras gratuitas, pero me parece justo pagar por algo que me da servicio, considero que lo que me hacen pagar por el beneficio que consigo por lo pagado es justo.

Manuel Pulido Mendoza dijo...

Sr. MacWire, está en su perfecto derecho de gastar su dinero en lo que crea más oportuno. Faltaría más.

Pero es un derecho del consumidor decidir no consumir un producto o servicio que no suple sus expectativas. Sean las que sean. No se trata de justicia o injusticia. La empresa dio gratis a probar el servicio. Cuando quiso cortar la prueba a unos convenció para comprar a otros no. Lo que ocurre en los mercados todos los días.

Supongamos que están dando a probar embutidos gratis en un supermercado. Uno prueba porque le ofrecen, porque va con hambre. Cuando dejan de dar gratis y no compra el producto que no le convence por precio, gusto, calidad, etc., ¿es un rata y un tonto? Ojo, cuidado con insultar a los clientes, o faltarles el respeto. No es una buena táctica de venta.
Los primeros en despreciar el producto o servicio fue la empresa que lo ha estado dando gratis durante varios años.
Es un error de monetización o retorno de la inversión. Lo mismo le pasa a Twitter. Ideas geniales mal monetizadas. Un periodo de prueba más corto o un servicio financiado con publicidad y cuenta premium sin ella, habría sido más inteligente.