17 junio 2010

El Blog del Marketing

Una máquina de teletransporte,... ese oscuro objeto de deseo




Esta semana toca hablar en El reto blogger sobre un objeto de deseo que tengamos cada uno de los supervivientes de esta segunda edición. Supuestamente debe ser algo material... es decir, algo físico y no un anhelo o una sensación.
En mi caso llevo tiempo ansiando una máquina para teletransportarme en el tiempo y en el espacio

Es evidente que no será fácil que mi sueño se cumpla, pues todavía no se ha inventado una máquina semejante por mucho que hace tiempo la hayamos visto en algunas películas del género de ciencia ficción tipo Regreso al futuro, dónde los protagonistas pasaban al futuro metidos en su coche "espacial".


Yo no pido tanto. Simplemente pido poder apretar un botón y aparecer sin más esfuerzo aquí o allí. No por nada... no tengo miedo a volar, y me encanta conducir... pero creo que por ejemplo perder 5 horas en coche para aparecer en Málaga y poder tomarme unos espetos de sardinas es una pérdida de tiempo y un concepto absolutamente ridículo.


 
Imaginaros lo siguiente, en dos escenarios de lo más normal en nuestras vidas:

Un día laborable en el que te levantas y en vez de desayunar en el salón de casa, decides teletransportarte, digamos a Cascais para desayunar mirando el mar. 


Vuelves al salón de tu casa, te duchas y a la máquina otra vez, para acercarte al trabajo. Ni que decir tiene que nos vamos a ahorrar el transporte por la M-40, así que habremos podido dormir media hora más.


Cómo nos hemos ahorrado una hora entre ida y vuelta, decido irme a Nueva York a tomarme un café en la típica cafetería americana, o en una tipo Friends… dónde cuento aventuras y desventuras del día de trabajo.

De vuelta al hogar, bañas a los niños y decides cenar en Tailandia o en Japón... que hoy tengo el paladar algo exótico. Una buena cena y un par de cervezas después, a la cama que mañana toca... dormir una hora más

Un día de vacaciones. Este es el verdadero sentido de mi capricho de hoy.
Mi objeto de deseo hará que se terminen las vacaciones aburridas en las que estamos en uno o dos sitios. Llegan las multi-vacaciones a tu vida. 

Con la posibilidad de desayunar en un sitio, visitarlo de mañana... y pasarte todo el día en la franja horaria que quieras. Si somos capaces de organizarnos bien podríamos estar mil horas sin ver anochecer,... o al contrario, si decidimos vivir la noche, estar en mil sitios y disfrutar de distintas experiencias (si bien no creo que haya cuerpo que lo aguante)

¿No pensáis que sería increible poder moverse por el tiempo (y supongo que también por el espacio) sin perder tanto tiempo transportándonos de un sitio a otro?

También podría ver a mis padres y hermanos en cualquier momento. En vez de salir en el descanso del trabajo, o quedarme de charla unos minutos más en la oficina, me acerco a Cantabria o a Asturias y estoy con ellos un par de horas antes de volver a casa… y pensándolo bien, podrían disfrutar de mis hijos sin tener que andar haciendo maletas y planeando dónde dormir en nuestra pequeña casa.

Definitivamente es lo que quiero… una máquina de teletransporte, y voy a escribirlo en la carta a los reyes magos para que no se me olvide esta Navidad

NOTA: El año pasado no me regalaron la tuneladora que encargué, y es que empiezo a pensar que debería concentrarme en cacharros más simplones y aburridos

4 comentarios:

Fernando Summers dijo...

Yo también la deseo Pedro, con todas mis fuerzas así que si te enteras de cómo conseguirla no dejes de compartirlo anda.. ;)

Pedro Molleda dijo...

lo llevas clarinete... primero patento, y después comparto

Sergiorozco dijo...

Creo que hay que combinar el condensador de fluzo con el traspondedor de iones y ponerte una power balance en cada oreja...

Pedro Molleda dijo...

Sergio... me parece que hablas de una piscina con leds de colores y mucho "ambiente" gay...

... creo que está en Roche... pero no estoy seguro del todo

salu2