21 mayo 2010

El Blog del Marketing

Cinco lugares que merecen la pena

Esta semana, en esta fase de ñoñez ilimitada que estamos viviendo en El reto blogger, toca hablar de un tema de los considerados "políticamente correctos", es decir, un tema del que puede hablar cualquiera, pero que no por ello significa que sea más sencillo hacerlo. Creo que me gusta la versión de El reto blogger en esta edición 2010, sobre todo por el tema de que 13 indivíduos (ahora creo que somos 10) hablen del mismo tema, con sus distintos puntos de venta y formas de expresarse. Aquí va la mía sobre 5 sitios que merecen la pena conocer:

En principio tenía pensado tratar de ordenar los lugares que considero que realmente merece la pena visitar, pero resulta que bastante me va a costar quedarme solo con 5, como para encima tener que rankearlos. Me niego. Los pongo todos de golpe y que cada uno de vosotros decida cuál le gusta más:

Vaya por delante que mi forma de entender los viajes siempre es buscando otras culturas, otras formas de vida, otra historia. Significa esto que no tendré en cuenta a ciudades que he visitado como Londres, París, Amsterdam, Helsinki, y muchos otros sitios (y países) de cultura relativamente europea. Me centraré especialmente en aquellos sitios que me han parecido distintos y dignos de destacar en este Top 5.


Tailandia

Siempre estará en mi "top of mind". Primero de todo porque fue el viaje de novios, y realmente es el viaje en el que más he disfrutado en mi vida.

Estuvimos un par de semanas, distribuídas de la siguiente forma:

- 2 días en Bankog
- 2 días en Chan Mai
- 2 días en Chan Rai
- 7 días en Pukhet

La gente es encantadora y siempre está con una sonrisa en la cara (aunque puedan estar llamándote perro-judío), las calles de Bankog (que tristemente son hoy en día fruto de la violencia) tenían unos contrastes tremendos. Pasabas al lado de una casa de mierda y pegada había un rascacielos que bien podríamos encontrar en NYC. Gente por todos los lados y los Tuc-tuc (especie de moto-taxis que conducen de forma suicida entre los miles de coches) pasando de aquí para allá con su ruido peculiar.

Un país con una naturaleza espectacular, unos templos que quitan el sentido y una religiosidad que roza el extremismo... pero desde la tranquilidad y respeto más absolutos... tanto que han hecho de la religión y sus templos un motivo de millones de visitas turísticas.

Sobre la parte montañosa del norte y sur (Chan Mai y Chan Rai), recuerdo especialmente una ruta montados en elefante y unos templos en mitad de la montaña que quitaban el sentido. También guardo cierto recuerdo de una visita a un poblado que vivía abandonado de cualquier tipo de civilización, y cuya vida no debía ser muy distinta a la que podían tener nuestros antepasados 2 o 3 siglos atrás.

Por último Pukhet. Aquí entendí el significado del concepto "lujo asiático". El hotel que nos recomendaron en El Corte Inglés -Evason- creo que es el mejor en el que he estado y posiblemente estaré en toda mi vida. Las playas paradisiacas, la arena blanca, los botes a motor con los que íbamos a la playa privada del hotel, las horas haciendo buceo de superficie y todo el rato leyendo, dando paseos y disfrutando del sol y del relax más absoluto. Por supuesto no puedo olvidar las islas Phi-Phi, que paracen salidas de la nada y fruto de una película (La playa) más que de la mas absoluta realidad.

Creo que cuando me bajé de la luna en la que estuve los 13 días fue en el enlace Roma-Madrid, dónde pasamos de volar con Tai a hacerlo con Iberia, y me desperté porque una amable azafata-elefante le dijo a una pobre chica diabética que no había Coca-Cola light, y que no era culpa suya que ella no pudiera beber nada con azucar. Mi mirada de odio a la azafata-elefante me hizo darme cuenta que había abandonado Asia por adentrarme de nuevo en la España más profunda.


Sudáfrica

Fuimos a Sudáfrica 7 u 8 meses después del viaje de novios, y recuerdo que mi madre me dijo algo como: "pero hijo, si acabáis de estar en Tailandia... ¿que necesidad tienes de irte ahora a Sudáfrica?". Sin embargo tenía que ir, porque uno de mis mejores amigos se fue a vivir allí... y menos mal que fui, porque me encantó todo lo que vi y experimenté en este viaje de 3 semanas.

Fuimos con Richi&Cris, Gusa&Javi y nosotros dos a ver a Quino&Pamina... y la verdad es que hicimos un montón de cosas. Es cierto que cuando los viajes los haces con 8 amigos el buen rollo y lo de pasarlo bien se presupone, y aunque también es cierto que 3 semanas es mucho tiempo... los sabores que tengo del recuerdo de este viaje son magníficos.

Dicen que quién visita Africa una vez, siempre vuelve. Y en mi caso no descarto volver a pesar de que por momentos sentí que Sudáfrica iba en una dirección y el resto del mundo había pasado por allí varias décadas antes. La -violenta y reciente- cultura del país me pareció absolutamente impresionante. Por primera vez en mi vida tuve conciencia de que con 18 años era un absoluto pelele que nada sabía y de nada se enteraba. Y os preguntaréis por qué. Sencillo.

Mientras en España estábamos disfrutando de la Expo y de las Olimpiadas, 13.000 km más al sur menos de un 5% de población estaba masacrando y avasallando al 95% restante. Blancos contra negros. Ricos contra pobres. Supuestamente cultos contra incultos. Animasles contra gente. El Aparheid vivido desde dentro ha sido la cosa más acojonante que he vivido jamás. El hecho de pasar unas horas en Soweto (la barriada de chabolas con 5 millones de personas que fue origen del movimiento Aparheid para escapar de la esclavitud en la que estaban sumidos) te da más sensación de inseguridad que nada que hayas sentido nunca.

Pero recuerdo la visita al museo del Aparheid. No puedo describirlo. Sencillamente os diré que vi más de 50 personas en el museo... y creo que en algún momento todos terminamos con los ojos humedecidos de ver como mientras en España y otros lugares del mundo disfrutábamos de lo que pensábamos que era "lo más", allí se estaban matando a miles de personas del modo más cruel que he visto jamás.

Recuerdo perfectamente un viaje en globo en el que después del mismo nos invitaron -previo pago del paquete completo, faltaría más- a un desayuno con el monitor que nos había llevado al cielo y dónde yo dije que lo que más me había sorprendido del país era la cultura, y es que el día anterior habíamos estado en el museo del Aparheid. El tipo me contestó que "en la historia a veces pasan cosas porque tienen que pasar, y que los que no vivimos allí, nunca lo entenderemos"

Obvio de este viaje lo evidente: La gente encantadora, tremendamente pobres, pero felices. Los safaris un espectáculo digno de un post en sí mismo...y los paisajes llenos de contrastes. Ciudades enormes y otras más pequeñas y totalmente europeas... y entre medio, rectas kilométricas que cuando se cruzan apelan al instinto de supervivencia del conductor por hacerse respetar antes del que tienes a tu lado.


Mexico e Isla Margarita

Los meto en el mismo pack por considerarlos zonas de ámbito caribeño, y con un concepto algo más distinto de los anteriormente mencionados. Mucha playa, mucha fiesta (sobre todo en Isla Margarita, dónde estuve en el viaje de fin de carrera) y poco turismo a la luz del día.

En Isla Margarita (Venezuela) me pasó de todo. Me rompí la nariz buceando (con operación en hospital de esos en los que saldrías corriendo), un erizo de mar decidió adosarse a la palma de mi mano, me quemé el cuero cabelludo en un día tumbado en la piscina del hotel y ahora pago las consecuencias en forma de inicio de calvicie galopante... en fin.

Sin embargo lo pasé genial y aunque no recuerdo más que playas escandalosas y mucha fiesta, lo tengo en mi rincón de sitios con buen recuerdo.

Mexico era algo que Lorena y yo teníamos pendiente. Pero no fuimos en el mejor momento posible. Lorena estaba embarazada y se pasó el viaje con el estómago revuelto, malas sensaciones y encima justo a la vuelta perdimos al niño.

Disfrutamos en un viaje con la mezcla perfecta de turismo cultural y sol y playa. Además la comida mexicana es una de nuestras favoritas... aunque en honor a la verdad solo la disfruté yo, porque Lore no estaba para muchas juergas. Recuerdo perfectamente que en las hamacas de la playa llegó un momento en el que levantaba la mano y un amable camarero me traía a la amaca una piña colada... y también recuerdo la forma en que un día de sol se tornó en una de las mayores tormentas que he visto en mi vida... en cosa de 20 minutos.

Fotos preciosas y un hotel enorme de esos de "tu ponme la pulsera, que ya veremos quién sale perdiendo". Por supuesto gané yo... pero kilos!!!


Túnez

Fue nuestro último viaje sin niños. Lo que en resumen viene a ser algo así como: "El último viaje". Aprovechamos que Lorena dejó su trabajo para irnos en pleno noviembre, pensando -o engañados- por la de la agencia de viajes de El Corte Inglés- que aseguraba que el tiempo en Tunez en el mes de Noviembre era el mismo que en Canarias... pero no amigos. Puede ser que haga sol, pero eso no siempre significa que vayas a estar en la playa... salvo que tengas pelotas como melocotones (y no es el caso)

Me encantó la capital (Túnez), las ruinas de Cartago y también un bonito pueblo costero que parecía diseñado por un pintor. Todo era blanco con puertas y ventanas en azul celeste (y que siento mucho, pero no recuerdo el nombre).

Los atardeceres eran un espectáculo y la comida me encantó (especialmente el cus-cus y los dátiles). Además -aunque no he fumado jamás- disfrutamos mucho de las cachimbas y aunque la gente no terminaba de parecerme "de fiar", lo pasamos muy bien en la semanita que estuvimos


España

Y aquí no puedo quedarme con ningún sitio en particular. Desde los Picos de Europa de mi Cantabria natal que me vuelve loco hasta Galicia, Barcelona, Oviedo, Salamanca, Toledo, Avila, Cuenca, Cáceres, Sevilla, Granada.... y por supuesto la ciudad dónde vivo y que tan bien me acogió desde que vine aquí con 18 años, Madrid.

España es un país único e inigualable. Hace poco me apunté a un grupo de Facebook de esos de coña que decía algo así como "yo no elegí nací en Cantabria, tuve esa suerte"... y creo que todos deberíamos sentir lo mismo por haber nacido en esta piel de toro tan bonita y variopinta... y con una gente tan abierta y dispuesta.

No tengo palabras (pero es que las he podido gastar con el post más largo que he escrito jamás)

5 comentarios:

Sergiorozco dijo...

Buena selección, sí señor, cómo haya que ir a todos los sitios que estamos recomendando en el Reto, necesitaremos 2 años sabáticos...

Oye, empiezo a entender eso de que tus lesiones son crónicas.. :)

Unknown dijo...

Hola,
El pueblo tunecino al que haces referencia probablemnte fuese Sidi Bou Said
http://en.wikipedia.org/wiki/Sidi_Bou_Said
Ahí es donde se fuma shisha con una preciosa panorámica.

Saludos,
Robert

Pedro Molleda dijo...

Hola Robert

Efectivamente ese es el pueblo al que hacía referencia... con ese nombre no me extraña que no lo recordara

Gracias por la aclaración
salu2

Fernando Summers dijo...

Buena recopila don Pedro!! y buen final con la reflexión sobre nuestra tierra, que no por mucho decirlo se queda antigua... ;)

Pedro Molleda dijo...

fíjate si se estará quedando antigua nuestra madre patria que cuando estuve en Tunez (hace ya más de 3 años) pensé... "madre mia, estos nos comen la tostada en na y menos"

salu2